¿Pueden dos personas entenderse sin hablar el mismo idioma y sin necesidad de intérprete? Skype  ha puesto en marcha las herramientas para intentar que así sea. Su última actualización, todavía sin fecha oficial de lanzamiento permite hablar con normalidad en español con una persona que lo haga en inglés, y viceversa. Skype Translator se ha probado con más 50.000 voluntarios en las dos últimas semanas. La apertura al resto de usuario será paulatina, aunque la compañía cree que podría, estar disponible en los
próximos ocho meses. Primero se lanzará para aquellos que tengan ordenadores o tabletas con Windows 8.1 o Surface, el híbrido de Microsoft. Después, según subraya, Gurdeep Pall, vicepresidente de Skype, llegarán a versiones anteriores de Windows y diferentes sistemas alternativos.

El siguiente paso será la transcripción de mensajes escritos hasta en 40 idiomas: “Es muy importante ser los primeros en dar este paso, en hacer sencilla la comunicación entre personas que no hablan el mismo idioma». Es decir, el chat tendrá traducción en tiempo real. Además, el archivo se podrá guardar como referencia posterior. Skype, empresa comprada por Microsoft, no pretende cobrar por uso, sino incentivar la adopción de su herramienta tanto en el ámbito profesional como en el personal.

Pall insiste en la importancia de la innovación: “Nunca antes se ha hecho. En las dos últimas décadas los avances en procesamiento de lenguaje natural lo han hecho posible. Cuanto más se use, mejor funcionará. Simplificando, se puede decir que el sistema «aprende». Utiliza lo que se denomina machine learning, una forma de inteligencia artificial que analiza los datos y crea patrones a partir de los aciertos. Esto también permite discernir y ser capaz de traducir cuando se hable con diferentes acentos». «Hasta hemos incluido el klingon”, añade Pall, en referencia al idioma que habla una de las razas que aparece en Star Trek.

EL PAÍS ha probado esta nueva tecnología, y la sensación es un poco extraña. Si se habla en español y también se sabe inglés, la tentación para contestar algunas cuestiones en la lengua nativa del interlocutor es alta. Sin embargo, si se hace, comienzan los problemas. Durante la media hora de prueba, las confusiones con la interlocutora fueron esporádicas, casi cómicas. Cuando dijo que estaba a 50 grados de temperatura Fahrenheit en Seattle, el sistema tradujo al español una referencia a la década de los 50 en la ciudad citada.

Se puede escoger entre una voz femenina o masculina que, por ahora, no resulta demasiado natural, muy similar a las de los GPS. En la compañía insisten en que, si la frase es larga, la traducción será más certera. Es lógico, ya que así el sistema tiene más referencias para contrastar. Asimismo, la compañía incide en que muchos errores se deben a parones en mitad de una frase.