Mientras Israel y el grupo islámico Hamas siguen enfrascados en lanzamiento de cohetes desde el lado palestino y bombardeos de represalia de la aviación israelí, que deja hasta ahora al menos 25 palestinos y tres israelíes, se ha abierto un frente virtual abierto en las redes sociales.

Twitter, Facebook, Instagram y Tumblr, pocas son las que no se han convertido en un campo de batalla donde zumban las amenazas, las imágenes ofensivas y donde las ofensivas de ambos bandos se reportan a tiempo real.

Fue en Twitter y no una tradicional conferencia de prensa, el medio elegido por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) para anunciar el ataque aéreo que el miércoles mató a Ahmed Jabari, seguido de la publicación de un video del ataque y una foto de Jabari con la palabra «eliminado» estampada.

Este escenario cibernético aviva las voces críticas de quienes consideran que las redes sociales deberían tomar cartas sobre el asunto y evitar que sus espacios contribuyan a incrementar el baño de sangre.
Amenazas en 140 caracteres

La respuesta en Twitter de las brigadas Izz al-Din al-Qassam, el brazo armado de Hamás, al anuncio sobre Jabari no se hizo esperar: «nuestras benditas manos alcanzarán a tus líderes o soldados donde sea que estén (habéis abierto vuestras puertas al infierno)».

«Recomendamos que ningún miembro de Hamás, ya sea de bajo nivel o un líder, muestre su rostro sobre el terreno en los próximos días», le siguió el IDF.

El intercambio de amenazas, fue seguido de una andanada de comentarios de Hamás detallando los ataques perpetrados contra Israel, lo que incluyó un video colgado en YouTube mostrando el lanzamiento sin precedentes de un misil Fajr 5 hacia la capital israelí, Tel Aviv.

Israel no se quedó atrás y publicó un vínculo a un video mostrando un ataque de misiles contra una nave industrial en Gaza.

Otras redes sociales no han sido ajenas a esta campaña de propaganda cibernética.

El IDF lanzó una cuenta de Tumblr el miércoles, en la que se colgaron infografías explicando cómo las fuerzas israelías minimizan los daños colaterales entre los civiles palestinos.

También habilitaron páginas de Facebook en distintos idiomas y su cuenta en Pinterest difunde fotos de las tropas desplegadas en misiones humanitarias.
A tiempo real

Los medios y las relaciones públicas han sido por lango tiempo un arma más del conflicto palestino-israelí y líderes como Yasser Arafat cortejaron con afán a los medios durante la primera Intifada para moldear a su favor la opinión internacional.

Pero las redes sociales han dado a ambos bandos la posibilidad de informar al público de forma inmediata y sin necesidad de pasar por redacciones o cuestionamientos editoriales.

El poder de las redes sociales se hizo patente para Israel tras lo acontecido en 2010 con la Flota de la Libertad, que trataba de llevar suministros a la franja de Gaza, y que fue intervenida por el ejército a israelí dejando un balance de 9 activistas muertos.

Los activistas narraron los hechos en tiempo real a golpe de Twitter e informaciones publicadas en distintos sitios de internet, lo que impactó negativamente en la imagen pública israelí.

Ese mismo año el gobierno israelí invirtió US$15 millones en mejorar su ofensiva en redes sociales.

Pero la pregunta que esto genera es: ¿Deben las redes sociales evitar que ambos bandos se enfrenten en el ciberespacio?
«Tira y afloja»

El viernes, YouTube bloqueó brevemente un video de IDF mostrando el misil que impactó en el auto en el que viajaba Al-Jabari.

El video se republicó poco después, seguido de un comunicado en el que el directivo de Google, Eric Schmidt, que en la compañía tenían se estaba dando un «tira y afloja» entre los ejecutivos, incluyéndose a si mismo y al jefe ejecutivo Larry Page, sobre la decisión bloquear o no ese contenido.

En el caso de Twitter, las claras amenazas que se envían ambos bandos chocan de frente con las reglas de juego del mismo Twitter respecto a la difusión de comentarios de «violencia y amenazas».

«No se deben publicar o colgar amenazas específicas de violencia contra otros», figura en su lista de normas.

Benedict Evans, analista de la firma de investigación de medios Enders Analysis, dijo a la BBC que esta situación «pone claramente a Twitter en una posición dificil. Quieren perservar su posición como servicio que no editorializa. Por otra parte, tienen términos y condiciones a los que deben adherirse».

«Esta no es una decisión que un par de cientos de ingenieros de Carolina del Norte quieren tomar», apuntó.

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