El robo de fotografías de dispositivos móviles es una realidad que no solo afecta a los famosos. Aunque todos conocemos el caso de las imágenes de famosas que se filtraron desde el servicio de iCloud de Apple («celebgate»), en el que se vieron implicadas Jennifer Lawrence, Kate Upton y compañía, cualquier persona anónima puede también ser víctima de un hackeo.
En ese caso tan popular, los «hackers» emplearon una de las técnicas más sencillas para introducirse en el sistema, usando una combinación de «phishing» y fuerza bruta, tal y como explica Kaspersky Lab. Para compensar el fallo y proteger a sus usuarios, Apple activó en iCloud la verificación en dos pasos (o 2FA) e instó a sus usuarios a utilizarla en todo momento.
El inconveniente de este nuevo sistema es que resulta menos práctico y lleva más tiempo, algo que no siempre gusta al usuario a pesar de que va en su beneficio. Además, la 2FA es opcional.
Para evitar que alguien vuelva a estar en peligro, conviene proteger nuestras imágenes en internet. Toma nota de los consejos de Kaspersky Lab:
1. Dos candados mejor que uno
En general, la 2FA es como una puerta con dos candados. Uno de ellos es la combinación tradicional de registro y contraseña y el segundo podría ser algo diferente. Si el usuario duda de que dos candados sean suficientes, puede utilizar tantos como quiera, aunque alargaría el proceso de apertura de la puerta.
Las contraseñas enviadas por SMS son una forma comprensible y relativamente segura de verificación, aunque no siempre es práctica. En primer lugar, cada vez que quieras acceder a un servicio tienes que tener a mano el móvil, esperar a que te llegue el SMS e introducir los dígitos que aparecen… Si te equivocas o introduces el código muy tarde, tienes que repetir el procedimiento.
2. Identificación mediante un «smartphone»
Si el usuario viaja frecuentemente, la forma más inteligente de activar la 2FA podría ser mediante una «app» especial. Este método de autenticación funciona sin conexión a internet. Las contraseñas de un solo uso se generan en el «smartphone», no en un servidor (sin embargo, la instalación inicial sí requerirá conexión a la red).
Hay un gran número de aplicaciones de autenticación, pero Google Authenticator sin duda puede servir como estándar de la industria. Este programa respalda otros servicios además de Gmail, como Facebook, Tumblr, Dropbox, vk.com y WordPress, entre otras. Si el usuario prefiere una aplicación con paquete de características, también está disponible Twilio Authy.
En primer lugar, te permite almacenar los certificados en la nube y copiarlos en otros dispositivos («smartphones», PC, tabletas, Apple Watch…). Incluso en el caso de que te roben un dispositivo, todavía tienes control de tus cuentas. La «app» solicita un número PIN cada vez que la ejecutas, y la contraseña puede anularse si tu dispositivo se ha visto comprometido. En segundo lugar, Twilio Authy, al contrario que Google Authenticator, te facilita mucho las cosas al empezar a usar un nuevo dispositivo.
3. «Tokens» de seguridad
Ofrecen un nivel mayor de protección. Su formato y su forma varían y pueden ser «tokens» USB, tarjetas inteligentes, «tokens offline» con un monitor digital, pero el principio es, en esencia, el mismo. En resumidas cuentas, se trata de mini ordenadores, que generan claves de un solo uso bajo petición. Las claves son introducidas manualmente o de forma automática a través de una interfaz USB, por ejemplo.
Este tipo de claves de «hardware» no dependen de la red de cobertura, de un teléfono u otra cosa; simplemente hacen su trabajo sin importar nada más. El problema es que se compran por separado y es muy sencillo perder alguno de estos diminutos artilugios.
Normalmente estas claves se utilizan para proteger los servicios de banca electrónica, los sistemas institucionales o empresariales y otros temas importantes.
4. ¡Muestra tus implantes!
Las claves tradicionales de «hardware» ofrecen un alto nivel de seguridad, pero no son muy prácticas. Es muy pesado introducir el USB cada vez que necesites acceso a un servicio en la red, además de que no se puede insertar en un «smartphone». Sería más sencillo usar una clave inalámbrica, emitida vía Bluetooth o NFC. Esto es posible con las nuevas especificaciones de FIDO U2F que se han presentado este verano.
Una chapa serviría para identificar al usuario legítimo y se puede utilizar en cualquier parte: en un llavero, una tarjeta bancaria, o incluso en un chip NFC implantado bajo la piel. Cualquier «smartphone» podría leer esta clave y autentificar al usuario.
5. Uno, dos… muchos
Sin embargo, el concepto general de la verificación en dos pasos ya está pasado de moda. Los principales servicios como Google o Facebook (sigilosamente) utilizan el análisis multi-factor para ofrecer un acceso totalmente seguro. Evalúan el dispositivo y el navegador utilizado para acceder, además de la localización o el uso de ciertos patrones. Los bancos utilizan sistemas similares para localizar posibles actividades fraudulentas.
En el futuro confiaremos en las soluciones multi-factor avanzadas, que proporcionan tanto comodidad como seguridad. Uno de los mayores ejemplos que muestran este enfoque es el Proyecto Abacus, que se presentó en la reciente conferencia de Google I/O.
La identidad se confirmará no sólo mediante una contraseña, sino también por una combinación de factores: la localización geográfica, lo que estés haciendo en ese momento, la forma de hablar, la respiración, los latidos del corazón, etc., utilizando ciberprótesis y otras cosas similares. El dispositivo para percibir e identificar estos factores sería, como es predecible, el «smartphone».
En resumen, tanto Sound-Proof como Abacus pertenecen a la seguridad del futuro. Cuando se comercialicen, las amenazas y los desafíos con respecto a la seguridad de la información también habrán evolucionado.