Esta Sopa de Calabaza Cremosa con Toque de Jengibre es una delicia reconfortante y llena de sabores vibrantes, perfecta para cualquier época del año. Su textura suave y sedosa, combinada con el toque cálido y ligeramente picante del jengibre, la convierte en una opción ideal para quienes buscan algo nutritivo y lleno de personalidad. Además, su vibrante color naranja no solo es atractivo a la vista, sino que también es un indicador de su alto contenido en vitaminas y antioxidantes.
El proceso de preparación es sencillo y utiliza ingredientes frescos y naturales, como la calabaza, el jengibre y el ajo, que juntos crean una armonía de sabores reconfortantes. La adición de leche evaporada o crema de coco le da un toque cremoso y ligeramente dulce, equilibrando el sabor terroso de la calabaza y el toque picante del jengibre. Es una receta versátil que se puede adaptar a dietas veganas o vegetarianas sin perder su esencia.
Cremosidad natural con un toque picante que enamora
Esta sopa no solo es un plato delicioso, sino también una opción saludable y reconfortante, ideal para disfrutar en una cena ligera o como entrante en una comida especial. Su presentación, decorada con semillas de calabaza tostadas y perejil fresco, la convierte en un plato elegante y apetitoso. Ya sea para sorprender a tus invitados o simplemente para consentirte en casa, esta sopa es una opción que nunca falla.
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Ingredientes (para 4 personas):
1 calabaza mediana (aproximadamente 1 kg, pelada y cortada en cubos).
1 cebolla mediana (picada).
2 dientes de ajo (picados).
1 trozo de jengibre fresco (2-3 cm, pelado y rallado).
4 tazas de caldo de verduras (o caldo de pollo).
1 taza de leche evaporada o crema de coco (para una versión vegana).
2 cucharadas de aceite de oliva o mantequilla.
1/2 cucharadita de nuez moscada (opcional).
Sal y pimienta al gusto.
Semillas de calabaza tostadas y perejil fresco (para decorar).
Una explosión de sabor y calidez en cada cucharada
Instrucciones:
Preparar las verduras:
Calienta el aceite o la mantequilla en una olla grande a fuego medio.
Agrega la cebolla y el ajo, y sofríe hasta que estén tiernos y ligeramente dorados (unos 5 minutos).
Añadir la calabaza y el jengibre:
Incorpora los cubos de calabaza y el jengibre rallado. Mezcla bien y cocina por 5 minutos para que los sabores se integren.
Cocinar con el caldo:
Vierte el caldo de verduras en la olla y lleva a ebullición.
Reduce el fuego a bajo, tapa la olla y deja cocinar durante 20-25 minutos, o hasta que la calabaza esté completamente tierna.
Triturar la sopa:
Usa una licuadora de mano o una batidora para triturar la mezcla hasta obtener una textura cremosa y suave.
Si prefieres una textura más ligera, puedes colar la sopa con un colador fino.
Agregar la cremosidad:
Regresa la sopa a la olla y agrega la leche evaporada o crema de coco. Mezcla bien.
Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Calienta a fuego lento sin dejar que hierva.
Servir:
Sirve la sopa caliente en bowls. Decora con semillas de calabaza tostadas y un poco de perejil fresco.
Acompaña con pan tostado o croutons para un toque extra.
Consejos:
Si quieres un toque dulce, puedes añadir una cucharadita de miel o sirope de arce antes de triturar.
Para una versión más ligera, puedes omitir la leche evaporada y usar solo caldo.