La cáscara de limón contiene de 5 a 10 veces más vitaminas que el jugo de limón.Para consumirlo, se recomienda rallarlo y espolvorearlo en sopas, ensaladas, jugos, fideos, salsas, arroces, entre otras cosas.
Ayuda a depurar el hígado gracias a sus efectos desintoxicantes, que estimulan la eliminación de sustancias tóxicas y desechos.
Previene la osteoporosis por su alto contenido de calcio.
Favorece la digestión y previene problemas de estreñimiento.
Es antiséptico y bactericidas.
Reduce el estrés oxidativo con los bioflavonoides.
Tiene un poderoso efecto anticancerígeno que podría ayudar a desintegrar tumores malignos.
Las cáscaras de limón son ricas en potasio.
La cáscara de limón es una fuente importante para ayudar a la inmunidad, mejorando la vitamina C.
Ayuda a sintetizar el colágeno, neurotransmisores y las moléculas transportadoras de grasa llamadas carnitinas.
Tonifica y protege los capilares sanguíneos, fortalece las membranas celulares, tonifica el corazón y ayuda a disminuir la hipertensión arterial.
Blanquea manchas de la piel y los dientes.
Activa el metabolismo y permite eliminar grasas
La cáscara posee un potente eliminador de toxinas del cuerpo, brindando un efecto rejuvenecedor.
Sus propiedades estan concentrada en la cáscara ya que contiene 5 o 10 veces más vitamina C que su jugo.
Ayuda a eliminar el mal aliento.
Buena para personas con piel grasa ya que ayuda a eliminar el exceso de grasa.
Mejora la digestión.
Desintóxica el organismo de manera natural.
Baja la hinchazón abdominal y elimina los gases intestinales.
Ayuda a reducir el colesterol.
Sube las defensas del cuerpo gracias a su gran cantidad de vitamina C.
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Nota
Tener cuidado al quitar la cáscara de limón ya que parte blanca le dan un sabor amargo.
Hacer té con la cáscara del limón será muy útil por sus multiples propiedades.
Si metemos el limón entero en el congelador podremos rallar en diferentes platos y bebidas potenciando su sabor y beneficios.
